domingo, 15 de junio de 2014

Contador de revoluciones Starrett

Las cosas ya no se hacen como antes
No hace mucho alguien preguntó en Quora qué debería hacer para conservar un iPhone para que siguiera funcionando después de 25 000 años. Las respuestas sobre la durabilidad de los aparatos electrónicos modernos fueron por demás interesantes. También me llamó la atención la perspectiva temporal de quien quiere conservar un objeto por tanto tiempo, supera incluso al reloj de 10 000 años de Bezos y eso ya es mucho decir.
Ya en espacios y tiempos más breves me pregunto cuánto puede durar un tacómetro electrónico importado de China por sólo USD $19.90 ¿seguirá funcionando dentro de 50 años? Sin duda va a necesitar baterías de 9 V durante 50 años y esas son muchas baterías ¿seguirán fabricando baterías de 9 V dentro de 50 años? ¿qué tal dentro de 100 años?
Antes de la llegada masiva de aparatos electrónicos baratos muchas operaciones de cálculo se resolvieron con mecanismos: engranes, correderas, palancas, etc. Los barcos de guerra del siglo pasado usaban calculadoras mecánicas para resolver las ecuaciones necesarias para atinarle a otro barco en movimiento a una distancia estimada. Estas calculadoras mecánicas eran complejas, pesadas y muy costosas. Me imagino que si alguien ha conservado alguna de esas calculadoras hasta hoy seguramente seguirá haciendo integrales, derivadas y ecuaciones diferenciales tal como las hacía en los años treinta del siglo pasado. No sé si una calculadora mecánica pueda durar 25 000 años pero creo que con el debido mantenimiento puede funcionar durante un siglo o más sin mayores complicaciones.

Contador de revoluciones Starrett
El artefacto de la foto es un contador de revoluciones Starrett, un tacómetro. No sé muy bien cuántos años tiene pero no me extrañaría que tuviera unos 30 o 40 años. Es un contador mecánico de revoluciones, cada vuelta del dial externo equivale a 100 revoluciones y hace avanzar una marca del dial interior.


Como en todo artículo de Starrett la calidad de manufactura es impecable, el grabado en los diales es claro y el movimiento del eje es suave. Este instrumento fue bien cuidado por el dueño anterior quien lo grabó " E H Jucker". La pieza de plástico está en buenas condiciones y sin rayas, la punta de caucho duro muestra algunas señales de uso pero no un desgaste excesivo.

¿Cómo se usa?
El dueño anterior cuidó tan bien de este contador que llegó con su caja y su instructivo. La caja tiene la etiqueta de identificación que lo describe como "No. 107 Speed Indicator".
El instructivo es un papelito bastante deteriorado que aún es legible aunque no creo que siga así por mucho tiempo. El instructivo describe al instrumento como "Registering Speed Indicator No. 107".

El contador de revoluciones tiene dos diales: el dial superior da una vuelta cada 100 revoluciones y el pequeño o interior avanza una marca con cada vuelta del dial superior. La aguja negra es la marca de referencia para contar las revoluciones. El dial superior tiene dos escalas, la escala superior es la que se usa para contar vueltas hacia la derecha y la escala inferior se usa para contar vueltas hacia la izquierda.

Puesta a cero
En el centro de ambos diales hay un tornillo moleteado que se debe aflojar para poner el dial superior en cero, la puesta a cero consiste en poner el pequeño marcador negro justo a la izquierda o derecha de la aguja. Se debe poner a la derecha si el husillo que se va a medir va a girar a la derecha y se pone a la izquierda si el husillo va a girar a la izquierda; muy sencillo ¿verdad? El dial inferior se mueve directamente sin necesidad de aflojar el tornillo del centro y debe colocarse de tal forma que la aguja y el marcador coincidan, tal como aparece en la foto. Antes de iniciar una medición debe apretarse de nuevo el tornillo del centro.

Contando revoluciones
Para contar las revoluciones de un husillo es necesario colocar el contador de tal forma que gire con el husillo. El contador tiene una punta de goma o caucho duro que se apoya en el husillo para girar a las mismas revoluciones. Este tacómetro vino con dos puntas de caucho, una cónica y otra cilíndrica con un pequeño agujero en el centro. Como voy a contar las revoluciones del chuck de un torno puedo apoyar la punta cónica contra las mordazas cerradas del chuck.
La siguiente foto muestra cómo se usa el tacómetro: se necesita un cronómetro o al menos un reloj que pueda contar en segundos. Yo he usado un bonito reloj Kodak para cuarto oscuro, este reloj tiene una aguja segundera y una minutera; una palanca lo para o inicia y los botones de atrás sirven para ponerlo a cero. Todo lo que hay que hacer es colocar la punta del tacómetro contra el chuck justo cuando el reloj Kodak inicia. Se mantiene el tacómetro apoyado como en la foto durante 6, 10, 15, 30 o 60 segundos.


Cuando ha pasado el tiempo elegido para el conteo de revoluciones se retira el tacómetro y se toma la lectura. Si el tacómetro se mantuvo en contacto con el husillo 6 segundos hay que multiplicar la lectura por 10 para obtener las revoluciones por minuto, si fue un contacto de 10 segundos se multiplica por 6, si fue durante 15 se multiplica por 4 ... etc. Creo que el mejor tiempo de contacto para este tacómetro es 30 segundos aunque 15 segundos da también buenos resultados.

¿Por qué?
Sin duda es más sencillo resolver el conteo de revoluciones de un torno con un tacómetro moderno, de hecho hay tacómetros electrónicos especialmente diseñados para este torno: se instala y listo, una mirada a una pantalla digital y ya sé a cuántas revoluciones está girando el husillo. Pero hay un cierto encanto en el uso de estas tecnologías puramente mecánicas, el reloj Kodak es un artefacto viejo también que es completamente mecánico, hay que darle cuerda y cuando está contando segundos el tic tac es bastante fuerte. Me imagino que ambos aparatos seguirán funcionando bien dentro de 50 años si se les da el debido mantenimiento y así juntarán sin problemas 100 años de viabilidad mecánica. Tengo algunos otros instrumentos Starrett de los que sí tengo constancia de que fueron adquiridos por el dueño original en 1962 y aún funcionan muy bien a pesar de que no tuvieron el debido cuidado de parte de los herederos del dueño original.


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